Tu sitio web, por lo general, contiene toda la información de tu marca: quién eres, qué te diferencia, la variedad de tus productos y servicios con sus descripciones, entre otras secciones. Esto está muy bien, pero, si tu meta principal es generar ventas, lo ideal es que el sitio a donde diriges tu tráfico posea la menor cantidad de distractores posibles y que únicamente se centre en la acción de compra. ¿Significa que debemos eliminar de nuestra web toda la información que no esté relacionada con la venta? No. Lo ideal es crear de forma paralela una landing page de ventas, estructurada de manera ideal que incite al usuario a comprar como única opción.

 

Toda estructura de landing page de ventas debería responder, de forma general, a tres preguntas claves. ¿Qué cosa? ¿Por qué? ¿Cómo? Si tu página de aterrizaje no las resuelve, las probabilidades de que obtengas conversiones disminuyen debido a que el usuario queda desorientado. Lo mejor es conducirlo sabiendo en qué consisten: 

 

¿Qué cosa?


Es respondida en la parte superior de la landing, sin hacer scroll. A través de nuestro título, subtítulo y descripción deberíamos responder esta pregunta informando en qué consiste lo que estamos ofreciendo (evita colocar elementos que corten dicha información). A esto le agregamos un video o secuencia de imágenes de lo que vendemos para complementar la descripción. También, es buena idea colocar barras superiores con la llamada a la acción, las cuales a medida de que el usuario avanza en la landing page, este seguirá viéndolas debido a que acompañan su recorrido, por ejemplo: “Quedan 2 horas para finalizar la oferta” con su botón de compra. Después de visualizar todo lo mencionado, el usuario ya debería estar consciente de qué ofreces, pero, ¿por qué debería comprarlo?

 

¿Por qué?


En esta parte nos enfocaremos en los beneficios de tu producto o servicio. Ya no nos centramos en qué hace, sino en cómo funciona y los elementos que lo diferencian de la competencia o lo hacen único. También, describimos la oferta, cuáles son los beneficios que tiene la promoción, por qué este descuento “no se parece a ningún otro y por qué es inigualable”; todo a través de mensajes persuasivos. Cerramos con broche de oro esta parte de la landing agregando elementos que certifiquen el producto o servicio para ganar la confianza del usuario y terminar de convencerlo en su decisión de compra.

 

¿Cómo?


Aquí es vital definir cuál es el próximo paso, por eso, colocamos el precio con el botón de compra, sin olvidarnos de crear sentido de urgencia y escasez, los cuales podríamos generarlos con un contador de stock: “Quedan 5 productos disponibles”. A esto le agregamos un resumen de la oferta: “Te vas a llevar xxx , más xxx, pero solo vas a pagar s/. xxx (precio de la promoción) con el objetivo de que el usuario que no esté tan convencido vuelva a considerar la compra. Y si aún quedan compradores potenciales indecisos, podemos agregar testimonios de personas que hayan probado tu marca, informar las garantías que tienen al adquirir tu producto, aclarar cómo es el tema de las devoluciones u ofrecer más información a través de un link que dirija a las preguntas frecuentes.

 

La finalidad de esta estructura es impulsar la acción de compra y para aplicarla de forma óptima tenemos que evitar cometer estos tres errores comunes: 

 

  1. Olvidar colocar códigos de Google Analytics para ver el tráfico o píxeles de Facebook. De no incluirlos, no podremos conocer el comportamiento de los usuarios en nuestra landing ni realizar una estrategia de retargeting que dirija nuestros anuncios a usuarios que hayan interactuado previamente con nuestra página.
  2. Incluir en la landing un video proveniente de Youtube con poca cantidad de reproducciones. Esto no ayuda en la reputación de tu producto o servicio y le comunica a los usuarios que casi nadie lo ha considerado antes. Mantén la credibilidad adjuntando videos provenientes de páginas que no muestren número de visitas. Por ejemplo, desde Vimeo. 
  3. Monocromía en el diseño. Es relevante que los colores ayuden a diferenciar los tres bloques, explicados anteriormente y refuercen la importancia que tienen. Recuerda destacar el botón de compra con un color diferente, para ello, te recomendamos escoger un color complementario. 
  4. Pedirle demasiadas cosas al usuario. El objetivo de tu landing de ventas debería ser solo uno: que la persona compre en línea. Si le pides que realice una compra, le solicitas que te contacte y, finalmente, le comunicas que deje sus datos, el usuario, en este caso, no sabrá qué decisión tomar. De ahí la importancia de que no existan puntos de fuga y que todos los clics estén encaminados a que se realice la compra. 

 

Las landing pages orientadas a las ventas informan a los visitantes sobre nuestros productos y servicios. Ofrecen razones para adquirir nuestra marca, resaltando su atributo de valor y, lo más importante, dejan muy claro cómo es el proceso de compra; de forma resumida, sin salir de la página y, en la mayoría de veces, impulsadas bajo una oferta o promoción única con mensajes persuasivos enfocados en generar la sensación de escasez. Si deseas potenciar tu ecommerce, podemos ayudarte a adaptar esta estructura a tu landing page de ventas, teniendo en cuenta aspectos como la usabilidad y la identidad gráfica de tu marca. Contáctanos y da el primer paso para generar un mayor número de conversiones.