¿Qué se requiere para armar el equipo perfecto? Esa fue la pregunta que Google se planteó y la razón por la que decidió realizar el proyecto Aristóteles. En el año 2012, un equipo de investigación de la empresa inició un estudio secreto en el que se hizo un seguimiento continuo a 180 equipos de diversos sectores de la compañía. La finalidad del proyecto fue descubrir los factores que impulsan el éxito y la efectividad de un equipo de trabajo; en otras palabras, saber qué es lo que se requiere para armar un equipo altamente eficiente.

 

Google tenía como hipótesis que, para que un equipo sea exitoso, los miembros debían poseer personalidades compatibles, tener cierto nivel de inteligencia o, incluso, demostrar cierto tipo de liderazgo. Sin embargo, los resultados del estudio demostraron que estos no son factores de gran importancia. En realidad, no es muy relevante saber quiénes son los integrantes de un equipo, sino cómo interactúan a la hora de trabajar juntos. 

 

Los principales resultados de la investigación

 

Entre los patrones que se cumplían en los mejores equipos de la investigación sobresalieron los siguientes: la clara definición de los objetivos y de los roles que cada integrante cumplía, el involucramiento de los miembros en el propósito del equipo, y la importancia que todos le dan al aporte de cada integrante para alcanzar la meta colectiva. No obstante, eran otros dos los comportamientos repetitivos que realmente hacían la diferencia. Estos eran la participación equitativa de los integrantes, es decir, que cada persona tenía el tiempo justo para opinar y expresar sus ideas, y la alta sensibilidad social del equipo, que se refiere a que los miembros son muy empáticos entre ellos y detectan con mayor facilidad las emociones que están experimentando sus compañeros. La combinación de estos dos aspectos fue denominada como seguridad psicológica.

 

¿Qué es la seguridad psicológica?

 

Amy Admonson, profesora de Liderazgo y Administración de la Escuela de Negocios de Harvard, definió este término como “la creencia compartida por los integrantes de que el equipo es seguro para tomar riesgos interpersonales”. En otras palabras, un equipo tiene altas probabilidades de éxito si existe la confianza de que nadie será juzgado por sus errores, sus ideas o sus posturas distintas a las del resto, y si cualquier miembro del equipo puede pedir u ofrecer un feedback constructivo sin ningún temor.

Ahora que conoces las claves para que aumente el nivel de tu equipo, analiza su cumplimiento y empieza a trabajarlas de manera constante para ver los resultados a corto plazo.

 

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